Washington, 25 may (Prensa Latina) Estados Unidos se acerca cada vez más a la amenaza de caer en impago, mientras las negociaciones sobre la aprobación de un incremento del límite de la deuda federal siguen hoy sin dar frutos.
A pesar de que los líderes del Congreso y otros grupos involucrados en las pláticas se reúnen desde hace semanas, y aseguran que se producen algunos modestos avances, lo que sí resulta visible para el público son las persistentes divergencias sobre el tema.
«Creo que hay muchos en el Partido Republicano que quieren colapsar la economía, que quieren enviar a este país al caos y la catástrofe, y piensan que tal vez ayude a sus perspectivas electorales en 2024», declaró la presidenta del Caucus Progresista de la Cámara de Representantes, Pramila Jayapal, citada por Common Dreams.
En referencia a las conversaciones en relación el límite de la deuda, la congresista manifestó que «los republicanos rechazaron políticas por valor de tres billones (un millón de millones) de dólares que podrían haberse destinado a la reducción del déficit», y ahora quieren dar a los ricos más exenciones fiscales.
La legisladora Ilhan Omar, por su parte, consideró que en realidad los conservadores no quieren negociar y solo buscan perder el tiempo y jugar porque ven en esa actuación una ventaja política de cara a las próximas elecciones.
También la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez condenó la política seguida por el partido identificado con el color rojo, después de que el representante republicano Matt Gaetz admitiera abiertamente el pasado martes que sus compañeros abordan el tema como una negociación de «rehenes».
En una entrevista, el conservador expresó que sus colegas no sienten que deben tratar de llegar a un arreglo con un «rehén» y apoyan el proyecto Limitar, Ahorrar, Crecer, en referencia a una propuesta de ley introducida por su bancada que condiciona el aumento de la deuda a los recortes de programas sociales.
Ante esas aseveraciones, Ocasio-Cortez estimó que el Partido Republicano trata de obligar a los demócratas a elegir entre dos situaciones imposibles: arriesgarse a un incumplimiento de pago y una posible recesión, -dañando la solvencia de Estados Unidos a escala mundial-, o ceder ante sus demandas.
El presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy declaró que hay una «brecha significativa» entre ambas partes en las negociaciones, lo que indica que continuarán las conversaciones mientras la instancia legislativa que lidera permanece en receso toda la próxima semana después del Día de los Caídos, a celebrarse el lunes 29.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha dicho en repetidas ocasiones que es probable que el país no pueda pagar la totalidad de sus facturas en una fecha cercana al 1 de junio.
El techo de la deuda de Estados Unidos, de 31,4 billones de dólares se venció desde el pasado 19 de enero, pero debido al uso de medidas financieras extraordinarias la nación pudo paliar la situación en estos momentos agravada.